martes, 15 de julio de 2014

Fragmento: Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo (Charles Darwin)


Más conocido como El viaje del Beagle, Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo es una colección de notas escritas entre 1831 y 1836, durante el periplo que emprendió el naturalista británico Charles Darwin principalmente por el sur de América.


Retrato de Charles Darwin, 1809-1882
Charles Darwin

Ruta del segundo viaje del Beagle: desde Inglaterra, pasando por el sur de América, Australia, África, y de vuelta a la tierra natal del científico.
Ruta del segundo viaje del Beagle, narrado en el libro citado

Mientras que el interés del científico abarcaba principalmente los aspectos biológicos y geológicos de esas tierras, sus notas comprenden también apuntes antropológicos que el lector no especializado encontrará de mayor atractivo.

El siguiente es un fragmento de la nota del día 17 de diciembre de 1832:

La perfecta igualdad que reina entre los individuos de las tribus fueguinas no puede menos de retrasar por largo tiempo el desarrollo de su civilización. Así como los animales cuyo instinto los compele a vivir en sociedad y obedecer a un jefe son más capaces de progreso, así también las razas humanas. Bien sea causa, o bien efecto, el hecho es que los pueblos más civilizados son los que tienen gobiernos más artificiales. Por ejemplo, los habitantes de Tahiti, que cuando fueron descubiertos estaban gobernados por reyes hereditarios, han alcanzado un grado de civilización muy superior que la otra rama del mismo pueblo, los neozelandeses, que aunque beneficiados por haber sido compelidos a prestar su atención a la agricultura, eran republicanos, en el más absoluto sentido de la palabra.

En Tierra del Fuego, hasta que surja algún jefe con poder suficiente para consolidar cualquier ventaja alcanzada, por ejemplo, la cría de animales útiles, apenas parece posible que pueda mejorar el estado político del país. Al presente, hasta el menor retazo de tela que se de a un fueguino es hecho jirones y distribuido; de suerte que ningún individuo puede llegar a ser más rico que otro. Por otra parte, es difícil comprender cómo puede aparecer un jefe en tanto que no se reconozca alguna clase de propiedad por la que sea dable manifestar su superioridad y acrecentar su poder.


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